viernes, 16 de septiembre de 2011

Le Tour de France. Gijón y el Barco

La verdad es que no pega demasiado, si es un Tour de Francia ¿que pinta Gijón en todo esto?
Como algunos sabeis llevabamos bastante tiempo preparando el viaje, de hecho empezó a tomar consistencia el verano pasado, originalmente nos planteamos alquilar una autocaravana e ir en autocaravana.

Así que el verano pasado brujuleando por foros de camping descubrí que había un ferry que te llevaba de Gijón a Saint-Nazaire (en la desembocadura del Loira).  Más o menos al final del verano decidimos que lo de la autocaravana era muy caro y que como los bungalows en los camping nos estaban gustando, ibamos a probar con bungalows, pero no encontraba ningún camping, apartamento, casa rural con cocina ni similar (ni siquiera hoteles con habitaciones para 4) en los alrededores de San Sebastián que nos permitieran estar una sola noche.

Además nos gustó la idea de probar el ferry, para los pequeños iba a ser una aventura, así que nuestro viaje empezó camino de Gijón, el bungalow más cercano a Gijón que encontramos estaba en Ribadesella y como eso no era muy cercano, habiamos encontrado un hotel en el mismo Gijón que nos gustaba y en España nos atrevemos a que la pequeña coma en restaurante ....

Empiezo con el viaje que me enrollo, salimos tempranito de casa camino de Gijón, la Pequeña Exploradora, se durmió enseguida, Miniviajero no se durmió fue todo el camino haciendo preguntas de los sitios por los que ibamos a pasar y las cosas que ibamos a hacer, llegando a León la enana se depertó así que aprovechamos para desayunar.

El resto del viaje se hizo un poco pesado porque cuando no se peleaban, hacian la famosa preguntita (¿cuando llegamos?) pero entre veo-veo, canciones y demás llegamos a Gijón.

Lucía un sol explendido, así que nos dirigimos al hotel, la habitación no estaba preparada así que dejamos en recepción los trastos que ibamos a necesitar esa noche, aparcamos el coche en una campa concertada con el hotel y nos fuimos a dar una vuelta.

La playa de San Lorenzo estaba de bote en bote, era casi la hora de comer, así que echamos un vistazo y por los lugares cercanos no nos cuadraba comida apta, volvimos al hotel a ver si estaba la habitación y el menú del hotel si que nos cuadró, así que comimos allí.

La enana Fabes con Langostinos, que como las gambitas la gustan mucho, se lo comió muy contenta, luego la buscaron un magnum apto para la alergia al huevo y aunque no entraba en el menú lo compensaron con que su hermano no tomó postre y no cobraron la diferencia. Yo tambien tomé las Fabes con langostinos, estaban muy ricas y con muy poca grasa. El padre tomó la Fabada típica y tambien tenía muy buena pinta. Miniviajero nos salió poco típico.

Despues de comer nos fuimos a la playa, el agua estaba helada, además había bandera roja, al sacar la bolsa de la playa (en la que teoricamente iban las toallas finas del decathlon y las chanclas) tuvimos el primer contratiempo, había cogido dos chanclas del mismo pié para mí, así que me tocó buscar unos chinos y comprarme unas chanclas 8-¿

Como el agua estaba muy fria y allí no nos podiamos bañar mucho, probamos la piscina del hotel, pero tambien estaba muy fria, así que la Pequeña Exploradora y yo nos subimos que la bañera tenía hidromasaje y estaba calentita.

Cuando subieron los chicos y terminamos todos con baños y demás, nos fuimos a conocer el parque de Isabel La Católica, que nos gustó un montón a todos, tiene un montón de animales tanto sueltos como en jaulas y muchísimos columpios, para todas las edades, tiene incluso una tirolina que entusiasmó al Miniviajero (la pequeña no la supo utilizar ni con ayuda).

Nos quedamos a cenar en el bar del parador y de vuelta al hotel.

El domingo recogimos en tiempo record, lo metimos todo en el coche y nos fuimos a por nuestra empanada sin huevo, estaba exquisita, al igual que el resto de las cosas que compramos en la confiteria. Pero lo mejor de todo fue llegar comentar nuestras alergias (huevo la niña y albaricoque y ciruela yo) y que empezaran a decirnos que nos podíamos llevar, yo alucinaba, y eso que no habíamos avisado que nos dijeron que si hubieramos avisado podíamos haber tenido más cosas, nos llevamos:
* La empanada sin huevo.
* Lenguas de Gato de chocolate negro.
* Chocolate blanco
* Rocas de almendra y de avellana
Y los primeros pasteles de pastelería que ha probado la pequeña Exploradora, tarteletas de chocolate a la naranja, a ella no la gustaron demasiado pero es un gustazo que pregunte ¿puedo? y poder decirla que si

Desde allí nos fuimos al Acuario de Gijón, llegamos muy bien gracias a las indicaciones de Alejandro, el acuario se ve en un rato pero es bastante espectacular, las nutrias, la fauna autóctona y la parte del acuario donde se puede tocar a algunas especies.

Como ya estabamos nerviosos comimos en el acuario, echamos gasoil y nos fuimos a embarcar.

El embarque bastante rápido, aunque hubo que esperar algo de cola, el barco estaba llenísimo. La hora prevista de salida eran las 4 y aunque la pasarela estaba retirada de antes, tardamos un ratillo en salir. Estuvimos viendo la salida desde una de las terrazas, luego dimos una vuelta por el barco y al  rato Miniviajero y yo nos fuimos al camarote, yo porque me mareaba algo a pesar de la biodramina y él porque queria jugar.

Al final entre la ducha, la cena y el atardecer se pasó la tarde. Sabíamos que no le prepararían comida a la niña, así que entre la empanada, jamón, yogures y esas cosas cenó.

La noche en el barco movidita, yo apenas pegué ojo, aquello no se estaba quieto, además a las 5 de la mañana anunciaron que estaba abierto el restaurante y despertaron a la enana, así que nos fuimos las dos de exploración, luego estuvimos viendo las estrellas y al final justo a las 6 pudimos subir a las coches, una vez en el coche ella se quedó dormida, cuando casi una hora despues desembarcamos, se durmió Mini-viajero, el resto para la siguiente etapa ....

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