martes, 31 de mayo de 2011

Otra forma de ver la zona del Escorial

Este fin de semana, decidimos salir a tomar el aire, así que acabamos en San Lorenzo del Escorial, una vez allí pensabamos dar una vuelta, comer y visitar una especie de zoo con animales recuperados de la fauna local que hay cerca.

Pero el Mini-viajero en cuanto que vió el monasterio decidió que quería entrar ahí, además le dijimos que había tumbas de reyes (no se que se pensaria que eran), así que se empeñó en entrar, como a nosotros no nos parecia mala idea entramos.

Se portó de cine, todo el rato de la mano haciendo preguntas, cuando estabamos viendo la parte de arquitectura, de repente se para y empieza a llorar, que le daban miedo las tumbas ..... quedamos que no se preocupara. Así que cuando llegamos le dijimos que eran cajas, al salir del monasterio le preguntamos si le habian dado miedo y le dijimos lo que eran.

A todo esto la pequeña Exploradora atacó las croquetas que llevaba porque estaba muerta de hambre y menos mal porque no acertamos con el lugar de la comida, era un poco tarde, yo me agobié y acabamos entrando en el primer sitio que habia hueco, mala elección porque comimos regular tirando a mal.

Por la tarde fuimos al objetivo central de nuestra visita. El centro de la naturaleza Cañada Real, está en una dehesa frente a la ¿pedania? de Peralejo, se suponia que se tardaban un par de horas, tardamos casi tres, pero un gustazo, paseando por la dehesa viendo animalillos y plantas. Es pequeñito pero altamente recomendable.

El punto de humor lo puso la Pequeña Exploradora, cada vez que veia un bicho dormido empezaba a voz en cuello "KIKIRIKI, KIKIRIKI, no desperta" y repetia ....

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