El lugar elegido es un viejo conocido, tanto el pueblo Baños de Montemayor, como el alojamiento a 5 minutos en coche del pueblo, el Centro de Turismo Rural El Solitario , en el que esta vez por fin hemos conseguido uno de los chozos (a la tercera va la vencida ;-), hemos estado en el chozo 8, lo descubrimos un puente de mayo hace un par de años, fuimos a uno de los apartamentos. Están genial tanto los apartamentos como los chozos o las casitas rurales (nos las estuvieron enseñando ayer), el mini viajero lo llama la casa del burrito pesado, porque entro otros muchos animales tienen unos burritos que si les das el pan que te da Bea en el Bar te siguen como si fueran borreguitos, pero vamos por partes.
Llegamos el miercoles, con tiempo de dar una vuelta y ver a los animalillos pero como estaba lloviendo lo único que pudimos hacer fue disfrutar del chozo y cenar en el restaurante, en el que nos prepararon cenas para la niña sin ningún problema (Gracias).
El jueves desayunamos en el chozo y luego tomamos café en el bar a la que recogiamos el pan para los burritos, acababan de dejar ofertas del Balneario así que mientras el padre y los niños se iban a los burritos me dediqué a averiguar si podiamos coger la oferta "Espacio Familiar Termal" (piscina termal, baño termal y tratamiento respiratorio para dos adultos y dos niños), hice la reserva y me fui con el resto de la familia a ver los animalillos.
Estuvimos con los burros, con los cerditos, con los gallos pero se nos puso a llover, así que a encender la chimenea a comer prontito para irnos al balneario, al llegar allí nos tocó sorpresa, como la pequeña exploradora compartía bañera termal con el mini-viajero, a mi me tocó Baño Acuabel, que es una bañera con burbujas y chorros de masaje subacúatico una pasada.
Despues del balneario los peques estaban rendidos así que cenar y a la cama.
El viernes bajamos al pueblo a dar una vuelta y a comprar productos de la zona (ibéricos, bombones de higo, ...), despues de comer estuvimos redescubriendo Candelario, al llegar nos calló una buena, pero luego se quedó buena tarde :
De vuelta, en vez de por la autovía fuimos por el pueblo de "La Garganta", una carretera secundaria con unas vistas impresionantes.
El sábado que por la mañana mejoró el tiempo pudimos aprovechar para ver bien los animales que no habíamos visto (los burros pasaron de nosotros), los cerdos vietnamitas, los cerditos, la jabalina, las palomas, los pavos, ... y la gran sorpresa unos chivines que habían nacido el día anterior y que eran una monada, la pequeña exploradora casi ahoga a uno que lo tuvo un rato en brazos.
Por la tarde volvimos al balneario, yo repetí con el acuabel y los demás a la pisci, que eso de las burbujas y las inhalaciones no les entusiasmó.
Ayer de vuelta paramos a comer en Plasencia, por ir a tiro hecho comimos en el Parador donde tambien nos hicieron comida para la pequeña.
Volvemos con ganas de más, así que ya estamos preparando la siguiente